Busque en lo más profundo de un ser

lo que le motiva a continuar,

apesar del mundo y sus exigencias,

siendo libre por lo menos un instante al día.

Olvide todo compromiso

y con el viento que tropieza la nariz al ritmo que se llenan los pulmones de ilusiones pasajeras,

descanse un segundo en ese lugar que no es aquí y tampoco allá.

Por último sonría

mientras saborea las lágrimas saladas

que tienen los recuerdos

y las presencias que no estarán más,

los momentos que llamamos felicidad.

Aplique distintas voces en verso de la biblioteca,

simule repetir su mejor parte

recite al viento y ante el espejo,

el reflejo de su rostro dibujado con la sombra

será la respuesta a lo que busca


Herencia

Herencia

Ellas que indagan y cuestionan

las que incomodan e insisten

las que dan voz a los ausentes,

van y vienen repitiendo como en coros in-mortales

alcanzando tonos epifánicos tras el eco que incesante replica:

«Que nos los devuelvan vivos, porque vivos se los llevaron»-

En los años ochenta hicieron rondas y plantones

tomando ejemplo de las luchadoras contra el olvido y el silencio de Plaza de Mayo.

Marcharon como heroínas, ante ejércitos mortuorios,

habitando las desiertas calles de la democracia.

Las señalaron de ser «el enemigo interno»

de un Estado que pretendía su silencio.

Ellas no callaron y gritaron con más fuerza

haciéndose sentir más allá de las fronteras.

Recopilaron nombres, hicieron listados,

reconstruyeron vidas y volvieron a denunciar

hasta que su grito se hizo ley,

descubrieron que el papel y sus decretos eran insuficientes,

promovieron a su vez la creación de mecanismos, herramientas e instituciones nuevas,

con el sublime objetivo de encontrarles.

Se multiplicaron, crecieron y también envejecieron,

algunas fallecieron y otras estoicas en pie de lucha

siguen preguntando:

y los desaparecidos dónde están?

Y ahí con sus lágrimas en derivas

y espirales trazando cauces

nos fueron encausando,

marcando el trayecto que recorren los ríos de la dignidad.

Esas voces, esos llantos,

esos gritos y esos cantos

esas memorias tercas que recuerdan

que encontrar a los desaparecidos es tarea primordial

para cesar el sufrimiento

para alcanzar el sueño de la anhelada verdad.

Una herencia incalculable,

son ejemplo universal.


 

el recital video – poético que transita por las memorias de quienes son exiliados e inxiliados a causa del conflicto. Erik Arellana Bautista, poeta, documentalista, periodista y director de Inxilio, fusiona la poesía, la música, las artes visuales y los testimonios de víctimas y sobrevivientes del conflicto, para darle vida a historias de colombianos que viven exiliados en su propia tierra, conjugando sus experiencias propias a raíz de la violencia que vivió en «carne propia» cuando su madre, Nydia Erika Bautista, militante de la guerrilla del M-19, fue desaparecida y asesinada por agentes del estado el 30 de agosto de 1987. Una obra que, a través del arte, invita a la defensa de los derechos humanos, como la búsqueda de la verdad y la justicia. Donde los visitantes podrán transitar por los recuerdos y memorias de las víctimas, que tuvieron el coraje de hablar y compartir sus experiencias.

Seis para las siete

Los días grises como hoy lunes,

llevan el recuerdo de personas que conocimos

o de poetas que leímos

y nos llevaron a descubrirnos como somos,

fragmenticos de otros que se armaron bajo la piel,

y se fueron pegando con la textura de la miel y de la sangre,

como aquella con la que bañados nacemos.

Los días grises como hoy lunes de agosto,

me bañan el corazón con la misma sangre

de algunos campesinos

que perecen mientras cultivan la tierra

para darnos otros pedacitos

de tierra y agua dulce,

fruta fresca que sacia nuestra sed

y calma nuestros ayunos,

gentes desconocidas vienen a mi plato y a mi mesa.

Así me voy haciendo mayor y entre letras,

busco el espejo de este instante

en el que preferí escapar del mundo

cosiendo letras y palabras,

para hacerme libre en goticas de tinta negra,

como la piel de los que nunca cruzaron la frontera,

granos de sal y arena,

conchas, corales y perlas refundidos en la tormenta.

Desde el entrecielo de mi ventana

con sus nubarrones baña

la tarde de lunes sin pescadores

porque los llevaron presos

por salvar vidas ajenas

donde abundan peces muertos

en bandejas y en canecas,

puerto de peces carnívoros que no son pirañas.

Hilos de gente ignorada,

van haciendo cuestionarme

dónde está la humanidad

entre tantos millones de personas,

cuántas quedan para que unamos

nuestra esencia y nuestras presencias

cambiando el nombre a este lunes:

ni cielo ni luna ni sol,

ni darle gusto a este agosto trágico

donde siguen muriendo miles,

porque hablan, piensan e insisten,

que el fin del mundo no llegó,

que apenas es el inicio

de una nueva noche donde alumbren

corazones como luciérnagas

que sueñan martes sin guerras.

 


 

Sigo haciendo caso omiso
sigo andando sin permiso
transitando libre sin horarios
de burócratas y funcionarios
de empeñados al sistema
condenados por esquemas.
Sigo rodando cual piedra
lanzando epopeyas
recogiendo condenas.
Aquí estoy perdido en una esquina sin fronteras
ya sé que en los minutos me espera
el recuerdo siempre de mis padres
que yacen bajo tierra
la esperanza de mis hermanos adoptivos
de otros hermanos de pueblo como ella quisiera
y me persigue mi condena.
Qué decirles que no hay peces
que sobrevivan en la etérea tierra.
Que un niño de hambre llora
y su canto se convierte en agua estéril.
Que voy cargando con las contradicciones de este sistema inútil.
Y no voy,
no quiero ir a la guerra,
a matar al hijo de María, ni de Juana,
al heredero de Pablo,
al vendedor de hechicerías pendencieras.
Nada cambia escribió el poeta
nos queda un réquiem
por los que vivos parecieren por los que perecen
sin saberlo, sin merecerlo,
quién nos metió en este endiablado crimen,
quién me ha de decir que no merezco la hoguera
la población civil es siempre la que lleva.
Si estamos sumergidos en smock, balas, plomo y represión
dicen que las prácticas rituales de mis antecesores condenadas fueron,
porque no se largan a otro planeta
y nos dejan sembradores
artesanos y poetas exiliados de la república bananera.
Desde la montaña
en las fronteras
en pie de lucha
la vida reclama
respeto, dignidad y autodeterminación.
Nuestro es el grito
es sentimiento vivo
que le exige a las multinacionales
que paren ya la explotación
la neocolonización
el exterminio y la corrupción
que no aceptamos sistemas económicos por políticos,
basados en el exterminio,
pues las tierras no son de su dominio.
Exigimos reforma agraria
No al latifundio, tierra para quien la trabaja.

 

En las ciudades condenadas al olvido,

siempre hay alguien que se atreve a recordar,

en las ciudades donde reina la impunidad,

siempre hay alguien que reclama:

memoria, justicia y verdad

en las ciudades llenas de publicidad

siempre hay alguien con imágenes de la realidad.

En los pueblos donde todo fue borrado,

de forma sistemática por agentes del estado,

siempre hay alguien que dibuja y escribe

los nombres de quienes no han regresado.

En los campos donde siembran miedo y terror

los «señores de la guerra»

siempre hay alguien que cultiva lucha y esperanza.

En los valles convertidos en desiertos

a donde no logran regresar los desterrados

mientras mueren de hambre en las zonas marginales,

hay alguien que comparte siempre

nuestro pan del día a día.

La memoria camina descalza,

ofrendando huellas de dignidad,

que enseñan el camino hacia la libertad.

No te pierdas amigo en este laberinto,

pon a funcionar mucho más que tu instinto.

Piensa distinto a las leyes del mercado

son ellos quienes se han equivocado,

y es por eso que les hemos convocado

a inventar un futuro diferente!


Somos hijos e hijas de los guerreros que derrotaron las tiranías
en estas tierras sagradas,
nuestra bandera está enlutada! Decimos No a los transgénicos

al glifosato, a las fumigaciones,
a la privatización de los parques nacionales, al tratado de libre comercio ALCA
al plan puebla panamá,
a los bombardeos
al canal Atrato -Truandó,
a las bases militares gringas fuera de la USA al banco mundial
al fondo monetario internacional
al plan patriota
al plan Colombia
al plan victoria

Mientras siembran palma africana
y destierran afrocolombianos
Aquí estamos junto a los Uwa, contra la Esso Junto a los Embera Katio contra Urra s.a
con las comunidades de paz
recordando a las víctimas
sin olvidar ni perdonar!


Respira aire nuevo,

dejaron ya de replicar las ráfagas.

Bebe fresca el agua del río,

no va manchada de sangre.

Aliméntate del paisaje,

hemos sellado las puertas al hambre de las guerras.

diremos que ante nuestra mirada hay un lugar común

que nos habita y que podemos habitar.

Las víctimas y los muertos serán semilla,

sin olvidarles danzaremos al son de las guitarras libres,

su sangre será pensamiento hecho canción,

las notas de la memoria para la próxima generación.

Adelante de tus pasos, con la palabra sostenida

nos daremos el abrazo que nuestro cuerpo necesita,

un encuentro sin odios, sin temor a vernos juntos

alzando con dignidad las banderas de la paz.

 

 


Ayotzinapa una vuelta al sol

 

Los estudiantes nos enseñan

que debemos exigir respuestas

y no aceptar informes oficiales

que protegen criminales.

Han creado un movimiento

que en todo el planeta reclama:

justicia y verdad

desde su prolongada ausencia.

Nos seguimos preguntando

dónde están esos maestros

que desde hace un año ya

fueron raptados.

El mal gobierno tiene miedo

de que sean hallados

insinúan con mentiras

que los han incinerado

y pretenden que con eso nos quedaremos callados.

Cuarenta y tres mil veces gritaremos los nombres

de quienes se han llevado

una noche de septiembre

del estado de Guerrero.

No han podido borrarlos

ni con terror, ni amenazas,

ni mentiras bien planeadas,

ni con sus guerras

y valores de papel,

ni con su muerte hecha ley,

ni con asesinos en cartel,

detendrán el movimiento hasta encontrarlos.


Tres años buscándola con vida y encontramos sus restos silenciosos,

tres décadas exigiendo justicia y encontramos impunidades y olvidos

trescientas veces pronunciando su nombre de mujer libre y encontramos su legado en la lucha.

dos ojos que se apagaron como miles otros

dos voces aún replican como eco en las tardes del exilio

doscientas sombras en la noche y no hay luz para ellas en las fronteras del derecho.

una vez les llevaron

una vez los borraron

una campana aún recuerda que les seguiremos buscando hasta encontrarlos.

ninguna voz será olvidada para siempre

ninguna mirada será ignorada en la injusticia

ninguna mañana mientras viva dejaré de mencionar sus nombres.

todas las alegrías juntas por las parcelas del amor,

todas las fuerzas unidas en la esperanza de una vida mejor

todas las manos firmes en la tierra para sembrar memoria.