Es joven el corazón que anhela,

el que en verso espera una señal

y en el juego se deja la vida entera.

 

Es noble verse una tarde cualquiera

encontrar un rostro en una nube

y en un jardín ajeno robarse una flor para ella.

 

Es así como mi sueño te encuentra

perdido en el laboratorio de la escuela

buscando fórmulas para llegar a ti, en poema.