Por las calles que descienden del páramo El Verjón,

pasean los voceadores anunciando otra nueva función.

Las comparsas despiertan ilusiones con su réplica y una sentida canción.

 

En las tardes y en las noches

en el Dorado y Girardot o en el rocío, y en los laches,

en los barrios de Centro Oriente,

Todos saben y presienten

Cuando el Teatro se hace presente.

 

Luz de luna

Una escuela, un refugio y una experiencia comprometida con alegrar la vida,

a pobladores y habitantes de la noche

que llenaron sus platos de comida con absurdas ironías.

Imaginaron que del Teatro brotarían viandas, meriendas o al menos una aguapanela,

para las almas marginadas

pero nunca resentidas.

 

Luz en medio de la noche

como una sonrisa que se dibuja en el cielo oscuro y en silencio,

Luz de luna,

inspira con su reflejo intenso,

el espíritu de grandes teatreros

que de sus heridas y dolores

un obra sensible, humana

nos llenó el corazón completo

como un eclipse de luna,

así los mantengo en mi recuerdo.