Posibles mundos, El ejército de Dumbeldore y los derechos humanos

Posibles mundos, El ejército de Dumbeldore y los derechos humanos

Por Antonio Erik Arellana Bautista

Según Henry Jenkis la cultura contemporánea se ha reconfigurado, antiguamente se contaban historias alrededor del fuego, eran repetidas miles de veces y pasaban como herencia durante generaciones, luego fueron los periódicos impresos en el siglo XIX y la radio posteriormente, los fanzines , el rock hasta el auge de los medios digitales. Hasta ese momento la posibilidad de intervención o participación por parte de los ciudadanos era reducida.

En el siglo XXI y como resultado del desarrollo y la evolución de sociedades cuyas dinámicas están siendo dinamizadas con herramientas y tecnologías digitales o en sociedades en las cuales las tecnologías de la información y la comunicación se ha expandido de manera masiva entre sus habitantes, es en esos escenarios que aparece lo que Henry Jenkins denomina la cultura de la convergencia, que plantea la posibilidad de que un solo contenido sea presentado en distintas plataformas. Aquí es central aquel quien cuenta historias para una comunidad. Se asume entonces que la convergencia de medios consta de un relato que debe transcurrir en distintas plataformas.

Este análisis de la participación demostró como se transformó en pocas décadas, el rol de los individuos en los que el emisor era uno y el receptor era otro, a la idea de Prosumidor, un individuo que es consumidor y a la vez es productor de contenidos, entonces aquí la participación juega un papel importante en esta idea de la convergencia. Es un ámbito en el cual la participación es fundamental y esta interactividad por ejemplo la han dinamizado las redes sociales como Facebook, Instagram o X antes Twitter o Youtube por ejemplo.

Todo esto hay que revisarlo de manera crítica, por ejemplo los efectos en la adicción a aparatos tecnológicos, dependencias que no se hablan y que pueden ser más fuertes que las drogas, o a la idea de interconectividad con todo y con la nada. Me impresionó al buscar información en internet sobre la narrativa transmedia que un conferencista de nombre Pablo Lara en un TEDX en la Universidad de Cádiz, citara a una investigadora del MIT Sharly Talker quien estudia como las redes sociales nos están cambiando los comportamientos como personas a la hora de comunicarnos y la cita con la siguiente frase “Cada vez más tenemos la sensación de que nadie nos está escuchando”

“por otro lado, las redes sociales y el big data están cambiando la forma de producir, distribuir y consumir noticias (Lewis y Westland, 2015, Salaverría, 2019). Los jóvenes han perdido l a confianza en las verdades establecidas y juzgan con mayor incredulidad lo que difunden en las cadenas noticiosas.

Teóricos de la comunicación resaltan por ejemplo que en medio de una cantidad casi inmedible de información hay aspectos positivos que resaltar:

La abundancia informativa y la facilidad de acceso a los datos que proporcionan las redes sociales, permiten la inclusión de nuevas técnicas para analizar la información y nuevos métodos narrativos para contar historias (Appelgren y Negren, 2014), así como el uso de nuevos formatos para presentar la información (Weber et al, 2018).

En el video del canal Edutopia en su sección de grandes pensadores. Presentan a Henry Jenkins hablando sobre la cultura participativa, y allí define uno de sus posiciones frente a la participación a través de una pregunta clave ¿cómo pasar de participar en la cultura a participar en las estructuras políticas y cívicas?

Me impresiona como en la entrevista se menciona la idea dela fantasía y en Harry Potter como alguien que quiere y desea luchar contra el mal y organiza una acción colectiva y luego traslapa esa acción al mundo de los derechos humanos donde  la Alianza une a 100 mil jóvenes para luchar por los derechos humanos en el llamado tercer mundo.

En este contexto, la visualización de los datos juega un papel fundamental (Rogers et al, 2017) ya sea a través de la inclusión de recursos audiovisuales (Kalogeropoulus y Nielsen, 2018) o del uso de nuevas narrativas como el transmedia (Scolari, 2009, Reno & Flores 2018)

Y aquí confieso que se me ha estallado la cabeza, la posibilidad de impulsar redes de jóvenes que leyeron y crecieron con la ciencia ficción, jugando a ”dragones y mazmorras y que defienden derechos humanos alrededor del mundo con una posición comunitaria que además logra enviar un avión con comida en Haití, me parece magia pura. En mi casa, mi hija es fan de Harry Potter y la ciencia ficción es una de nuestras pasiones, por razones múltiples me dediqué a la defensa de los derechos humanos y ahora encuentro este video que tiene que ver con esas ideas o mundos desconectados en cierta medida para mi, a eso llamó Yo: Convergencia.