A collaboration between political Colombian poet Chico Bauti & Dhangsha from London. Taken from a forthcoming mixtape which will be released digitally and on cassette.
SILENCIOS
El dolo,
duele y brota
el cronista aquel de sonriente verso
de relatos refundidos en escasas bibliotecas yo lo he visto esquivando balas perdidas
y cuerpos impactados
no hay nada que celebrar
estamos dolidos
en duelo.
Los he visto caídos
desterrados, despedidos
incluso aterrorizados
torturados, encarcelados
varios metros bajo tierra
muchos kilómetros alejados por la guerra. Periodista
A la memoria de Julio Daniel Chaparro
SILENCIOS 2
Silencio,
nos embarga un profundo dolor,
un paisaje de ausencias,
de preguntas sin respuestas…
Vamos viendo cómo aumentan
las cifras que esconden nombres
las listas con nombres
que encierran proyectos de vida
la debida memoria que surge en las fisuras
como lo hace la vida que necesita
el mínimo espacio
para resurgir de nuevo.
La memoria nace y renace cada vez como un homenaje, como el reconocimiento merecido
después de verse sometidos a ultrajes criminales
por intereses privados
como nos lo han demostrado las multinacionales, corporaciones de la dominación.
A través del exterminio
volvemos a ver este paso del tiempo
separando el poder y la política
en donde el trabajador que reconoce su misión social, poética
es víctima, son víctimas, más y más.
Qué hace nuestra sociedad para impedir
que todo un estadio de fuerza laboral
sea eliminado de la discusión sobre la sociedad,
con la expulsión de pena mortal
les impiden jugar de nuevo en el campo de la reivindicación de derechos que nos separan de la esclavitud, virtud, ironía, burla sarcástica,
que la dignidad en el trabajo se reduzca a servidumbre
sin justicia y sin voz que contradiga la orden absoluta
de reducir nuestra identidad
a la obediencia sin cuestionamientos.
El papel de nuestra memoria
pasa por paisajes llenos de cuerpos vitales,
convertidos en cadáveres,
de diálogos censurados
donde el monólogo de las balas acalla y recrimina,
de proyectos de organización social
reducidos a una estigmatización salarial.
Volvamos a hacer un pequeño recuento
que sintetizado parece un cuento
no es fábula, tampoco novela,
histórica y política,
podría ser una crónica agónica
este acto de traer el pasado al presente
donde algo de nosotros muere
donde algo de ellos aún vive.
Morir de a pocos es vivir también.
Malvivir esclavizados a una oferta temporal
atados a una suma con la que nos pretenden callar.
Aquí estamos los obreros
toda una colonia de abejas
repitiendo, reivindicando, recordando
martillando en unos cuantos avisperos,
recordando que las mieles de la vida
no se encierran en las fábricas,
ni las bananas unidas que cambian su nombre
para volver a su tradición mortal,
pudieron impedir una huelga
que sigue vigente después de un siglo
cien años donde el mal se viste de empresa
united fruit company,
chiquita pero asesina, vaya progreso:
¡Disfruta el sabor de la fruta
sin preservantes ni conservantes!
la sangre se ha vuelto amarilla…
Antes fueron los artesanos
quienes se organizaron
porque así lo exigían las condiciones de dependencia
en donde se exportaban materias primas
y se importaban bienes de consumo con preferencias
poca importancia tenían los derechos civiles y políticos.
Así fueron labrando en ese camino de miseria y desigualdad,
donde se fue abriendo paso
el libre-mercado aplastando la verdad.
De la historia reciente donde han ido cayendo uno a uno abundan las noticias y ustedes tendrán consciencia, es el neoliberalismo abriendo un gran abismo queriendo maquillar la realidad
y seguiremos viviendo en lo mismo,
en estas lógicas de la tortura cotidiana,
si olvidamos qué dejaremos para los hijos mañana.